«encuentros restaurativos», escuchando a Ester Pascual
“Os cuento cómo llegué a tener el privilegio con el que todo mediador sueña, mediar entre un terrorista y sus víctimas”.
Ester Pascual, abogada penalista, mediadora experta y doctora en Derecho, comienza su ponencia con la naturalidad de una vecina del piso de enfrente que te puede pedir una taza de azúcar porque se le ha terminado y no ha tenido tiempo de ir a comprar ese día.
“Recibí una llamada mientras estaba de compras en IKEA, eso no se olvida, y era una persona que trabajaba en el Gobierno Vasco en la Dirección de Víctimas, y me dicen que han recibido unas cartas de ex terroristas en la cárcel de Nanclares de la Oca diciendo que quieren ver a víctimas”.
Poco a poco Ester va desgranando su experiencia de aquellos años (2011-12), situando los conceptos de mediadora, en tono Harvard para este público de estudiantes y amantes de la mediación, (Universidad Francisco de Vitoria, primeras jornadas del máster en mediación 2017-18). Aunque se percibe de alguna forma que ya ha superado todos los modelos, “mediación como nombre era un dilema; no se le puede llamar mediación realmente porque no hay beneficios tangibles para ninguna de las partes, no podía haberlos (por ley) ; decidimos llamarlos “encuentros restaurativos”.
Fueron pioneros, había que inventar la metodología, nadie lo había hecho antes, nadie se había atrevido con algo así, “decidimos adaptar lo que sabíamos de mediación, había que hacerlo bien, porque era peligroso ¿no? Pero no lo dudé ni un instante, me embarqué en esta aventura agradecidísima y muy emocionada”. Ester presentaba su experiencia como una abogada con años de experiencia en justicia restaurativa con casos penales graves, pero también como quien tiene que volver a empezar casi desde cero.
“Porque al final, el dolor de las víctimas y el de los asesinos no puede diferir mucho del de otros delitos del mismo tipo con víctimas y asesinos”. Con esta hipótesis de trabajo fueron a reunirse con el director de la prisión a contarle el procedimiento que habían ideado, su diseño experimental.
Ester lo cuenta, más bien lo revive, una y otra vez en su ponencia. Mira fijamente a todos y más tiempo aun al que le mantiene la mirada. Durante horas, en su trabajo, ha estado mirando fijamente a muchos asesinos, supuestamente despiadados, y hoy su mirada con el público de la ponencia es dulce y firme, como queriendo que la entiendas mientras lanza frases que te llegan como cuchillos con total naturalidad: “entendí que hasta en situaciones extremas el poder del diálogo y de las palabras es infinito, ¿por qué no explorarlo en otras vías si se pudo en algo tan grave?”.
Ester Pascual describe el procedimiento que llevó a cabo con su equipo todos esos meses, cargados de viajes de días de muchas horas a Vitoria, plenos de entrevistas con presos de ETA, en las que iba
ganando su confianza, a base de esfuerzo y empatía, rompiendo sus defensas y quizás pasando un poco de miedo también, “pensaban que era del CNI o de la policía antiterrorista”.
Tuvo que romper muchas reglas de la mediación, inventarse, cortar y pegar, aguantar el tipo. Y abordar el posible debate sobre el perdón sin ninguna garantía de éxito, más bien al contrario: “solo uno quiso tras esa primera entrevista informativa en grupo” (piensa que en la prisión se la habían jugado un poco al ponerla delante de los 30 ex etarras de golpe, nada más llegar, y sin posibilidad de salir corriendo, cuando ella había negociado que fueran de 3 en 3).
Tres, ese número maldito de los comandos, siempre de 3, que echaban a suertes quién sería vigilante, quién facilitador de la fuga, quién asesino. Al final de ese largo y cuidadoso proceso de entrevistas iniciales consiguió 6 voluntarios (la mediación es voluntariedad), y gastó entre 10 y 14 entrevistas de unas 3 horas con cada uno para ir estructurando sus maltrechas mentes y construir juntos alguna ínfima posibilidad para el diálogo. Muchas preguntas muy bien diseñadas y preparadas que hay que tener valor para plantarle a los asesinos cara a cara, “ellos aceptan esa sentencia y entienden que se les llame así, casi lo piden”: ¿cómo entraste en la organización? ¿Cómo fue la primera vez que mataste? ¿Cómo eras antes? “No me acuerdo”, y ¿cómo eres ahora? “unos decían soy un monstruo aniquilador, otros nada, cada uno es diferente”.
Les pidió que hiciesen una carta a sus víctimas, porque al final entre víctimas y verdugos se establece una relación para siempre, intensa, terrible y fantasmagórica a veces. Y pedir perdón, dice, “no vale aquí, no sale así, no puede decirse así con esas palabras”.
Y el juego de las pastillas: “si te doy 15 pastillas mágicas que consiguen lo que se les pida, siempre una más que el número de sus víctimas, ¿a quién se las darías?” “A mis victimas y a mi amá”, la misma respuesta en todos los casos.
El mismo proceso después con las víctimas, una entrevista tras otra pero que “me resultó más sencillo, más corto; estaban muy bien captados por Txema Urquijo”. Las víctimas de estos traumas pasan por 3 estadios de desvictimización, sugiere Ester: shock, odio y renacimiento, o no; es cuestión de tiempo y “no se puede estar odiando toda la vida sin pagar un alto precio”. Pero muchas de ellas han seguido y siguen sufriendo cada año la presión del odio en sus poblaciones, las micro venganzas, pintadas, insultos, amenazas mantenidas en sus poblaciones desde ambos bandos. El desmoronamiento de la organización es una clave importante para que estos encuentros tengan validez y eficacia, para todas las partes. El contexto, siempre el contexto en la mirada de un mediador.
Los encuentros, 6, se produjeron tras esos meses de preparación intensa de Ester, su equipo, y las partes en conflicto. Es difícil imaginar esa mezcla de profundo dolor y quizás de satisfacción por cada pequeño avance. “Empoderar” a las partes debió de ser un ejercicio mental gigantesco. Que las víctimas vieran que la prisión no es un hotel 5 estrellas y que los asesinos no sabían a quienes mataban y cómo se derrumbaban agradecidos porque les enseñaran las fotos y empezaban a “sentir” el daño que habían hecho. Que los asesinos pusieran ojos, cara, identidad, a sus víctimas, que dejaran de ser “cosas”, y a partir de ahí soñar con sus fantasmas cada día en su celda con ellas, con sus vidas rotas, con sus almas.
“Yo no tenía que hacer ya nada, si me hubiera ido de allí habrían seguido hablando, estuvieron más de 2-3 horas de media por encuentro, ellos solos lo gestionaban”. Pero Ester tenía que quedarse, es de suponer que enganchada por la magia del diálogo que ella y su equipo habían conseguido.
“El perdón va saliendo de forma natural, cuando llevaban un rato largo hablando y la víctima se metía en el relato del asesino y le demostraba quién era”. La ponencia se acaba en una hora, que ha parecido un minuto, no sin dar una mala noticia al público, “la política se metió por medio, cambió el gobierno y cortaron el proyecto de raíz, sin dar explicaciones”. Ella y su equipo pidieron explicaciones sin recibir respuesta y decidieron hacer un libro, para que no se olvide, que la restauración a veces es posible hasta en situaciones extremas y el diálogo hace su magia, si se lucha por él.
Nos cuenta al final, fuera de tiempos, que aún hoy hay víctimas que siguen en contacto con sus verdugos, y mantienen una relación constante, como ese terrorista que sigue yendo cada año al acto de homenaje de familiares y amigos de la víctima en su tumba, con 14 claveles rojos, entendemos que por sus víctimas aún no conocidas, y uno blanco por su víctima “restaurada”. Y hay otras, ya en libertad desde la “doctrina Parot” que lo piden. Incluso hay peticiones de encuentros entre los islamistas radicales encarcelados.
Ester nos ha dejado pegados al asiento, porque su tono no ha sido en ningún momento egocéntrico, demostrando en toda su exposición que se siente muy agradecida por haber tenido esa suerte de experiencias y ese trabajo. Terminó parecido a como empezó, “os doy las gracias por haber venido porque dice mucho de vosotros el estar interesados y en favor de la justicia restaurativa y de la mediación”.
Gracias a ti, Ester.
Referencias:
https://www.casadellibro.com/libro-los-ojos-del-otro/9788429321203/2584546
http://web.upcomillas.es/profesor/epascual
http://www.ccma.cat/tv3/alacarta/30-minuts/el-perdo/video/3980170/
Una canción de esperanza restauradora:
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Robot
Desde ‘Maria’ de Metrópolis/Fritz Lang en 1927 hasta ‘The Major’ de Ghost in the Shell/ Rupert Sanders en 2017, son ya casi 100 años de fantasía de ciencia ficción en celuloide. Formalmente muchas cosas han cambiado aunque socialmente y en contenidos no lo tengo tan claro.
https://youtu.be/G4VmJcZR0Yg
Entre ambas creaciones se han propuesto numerosas imágenes de robots, cyborgs, máquinas humanoides. Terminators, Transformers, Borjs, Eva y Wall-E, Replicantes…hasta la inquietante ‘Ex-Machina’ y los fascinantes robots con parámetros para humor y sinceridad programables de Interstellar. Y las que vendrán.
Nos tiene atrapados esta idea de crear seres inteligentes con trozos de carbono y circuitos. A los humanos nos engancha esta posibilidad de ‘ser creadores’, y al contrario, tener bebés cada vez menos. Quiero pensar que el empuje para crear robots más inteligentes que nosotros no viene solo de la repugnancia frente a cambiar pañales, limpiar babas o aguantar pegado a la cuna a las 3 de la mañana para que se duerma el cachorro humano. No creo que sea solo para evitar el parto o los gastos interminables de una persona dependiente.
Me imagino que esta especie de obsesión por hacer maquinitas está en nuestro ADN, que se reprograma cada generación para destrozar mejor los juguetes cuando eres un bebé e intentas que una muñeca descabezada vuelva a tener la cabeza en su sitio. Nacemos y los objetos, especialmente si tienen ojos y pelo, o dicen algo o se mueven sobre dos piernas, nos atraen hasta que los dejamos hechos polvo en la cesta de los juguetes. Si no miren las ‘barbies’ en el arcón de cualquier habitación con niños.
Creo que es desde ahí que los creadores eligen contar historias mostrando el punto de vista del robot, al menos en parte. Entiendo que deben estar, como máquinas inteligentisimas que son, muy contrariadas o confusas con la especie humana al instante mismo de tomar contacto con ella. Al fin y al cabo siempre los creamos con parámetros racionales muy avanzados pero con la carencia básica de los sentimientos y las emociones. No saben lo que son pero les atraen, y al vivir la vida entre nosotros descubren que existe algo como los besos, el sexo, las caricias, el consuelo, el amor . Que existe la ‘vida loca’ y que ellos no tienen esa opción en su algoritmo. No es que el programador no lo haya pensado, eso espero al menos, sino que será algo endiabladamente difícil de poner en una instrucción de unos y ceros.
La realidad pienso que siempre va por otro lado, y no nos lo cuentan los ‘creadores’ del algoritmo, en su carrera por dominar el mercado de los robots y la AI. Es el secreto mejor guardado de las pocas empresas y fondos de inversión que saben qué está pasando ahí, en la mente del nuevo robot henchido de ‘big data’. Los nuevos robots ya están aprendiendo de otros robots, y suena inquietante.
Ellos ya lo saben casi todo de nosotros, dónde compramos, qué, cuándo, para qué, para quién, porque se lo decimos cada vez que conectamos en redes, compramos ‘online’, usamos la tarjeta. Quizas aun no saben por qué, pero lo conseguirán, cuando puedan preguntarnos por nuestros motivos y sensaciones y puedan entender las respuestas. Entonces yo ya no tendré trabajo o me dedicaré a otra cosa o ayudaré a que funcionen mejor y no tengan estrés y resuelvan sus conflictos, quién sabe.
Quizás lo más adecuado para muchos sea empezar por preguntarles a ellos, en cuanto estén ya disponibles en nuestros hogares: hola Robot, buenas tardes, ¿qué tal te sientes hoy? ¿te apetece charlar?
Lo probé con un robot de call-center que me indicaba el código a seguir en una consulta telefónica. Le dije, ¿eres un robot?. Silencio inicial para luego responder ‘jeje, no’.
‘el amor es lo único que trasciende el tiempo y el espacio’ (Interstellar: Christopher Nolan, 2014)
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«en cuesta»
Enero es una cuesta dicen. A punto de llegar a la cima leo una encuesta de un sociólogo que está en un ayuntamiento y que hace este tipo de trabajos cuando se los piden. La primera pregunta me golpea fuerte en los sentidos:
p.01.- ¿puede valorar de 0 a 5 en la calidad de vida en esta ciudad? (0 es lo mínimo y 5 lo máximo)
No he seguido leyendo, no podía. Hablando sobre ello con una persona que conoce los entresijos del ayuntamiento en cuestión, me ha contado que esa encuesta va a servir para justificar las acciones de los politicos en esta legislatura en determinadas areas de servicios según, dicen los politicos, las peticiones y deseos de los ciudadanos.
Se me hace muy cuesta arriba esta creciente utilización torticera de las encuestas, y ya debería estar acostumbrado tras el repetido espectáculo de la encuesta política en períodos electorales y en cualquier campaña en la que se desee justificar y darle valor de credibilidad en la bondad de los candidatos a un simple deseo de poder. Gallup estaría bastante molesto con este tipo de formulaciones y especialmente con preguntas como esa, que no se puede saber qué demonios miden.
Mi profesión ha sido muchas veces ayudar a los investigadores diseñadores de encuestas a definir adecuadamente las preguntas, a focalizar bien los temas relevantes, a utilizar bien las palabras, con el mínimo de sugerencia posible. Siempre en equipo, siempre con muchas miradas encima de cada frase, (los jueces), a menudo pilotando el cuestionario para ver si mide lo que dice medir.
El cualitativo es mucho más complicado que esto creo yo, porque no hay preguntas estandarizadas, pero por lo visto hacer buenas preguntas sigue siendo la asignatura pendiente de algunos profesionales, o no?
Igual de lo que se trata es de otra cosa menos ‘objetivable’. Si la información es el oro negro del s.XXI, parece muy muy negro ciertamente el origen de algunos datos que nos van a vender como ciertos.
Flaco favor a la profesión de investigador social y terror de saber que algunos políticos (local o nacional) siguen usando artilugios y mentiras para convencer al ciudadano de que lo que se hace es por su bien. Es obvio que la carrera política de este profesional irá hacia arriba, asociada a la recepción de esos fondos que su encuesta ayudará a encauzar, hacia donde ellos quieran.
Nada que ver con los orígenes, verdad? :
Un día en el verano de 1930, los propietarios de una nueva lavandería instalada en Viena al ver que con el paso del tiempo su negocio no prosperaba, le solicitaron ayuda a un profesor de sociología de la universidad estatal. Paul Lazarsfeld, que así se llamaba el profesor, aceptó gustoso la invitación de los comerciantes.
Lo primero que hizo Lazarsfeld fue solicitarles a los dueños del negocio, una lista con los mejores clientes del establecimiento. El propio profesor se encargó de ir personalmente a la casa de cada uno de esos clientes para hacerles un pequeño cuestionario. Fruto de ese sondeo, Lazarsfeld sacó básicamente dos conclusiones:
a) Muchas mujeres, al principio, se mostraban renuentes a enviar la ropa a la lavandería porque al hacerlo, sentían que reducían su rol de amas de casa. Pero después que lo hacían por primera vez, en general quedaban conformes con el servicio y continuaban utilizándolo, convirtiéndose de esa forma en clientas habituales.
b) En la mayoría de los casos, la primera vez que enviaron algo a la lavandería fue por una cuestión de fuerza mayor, por ejemplo, porque había una persona enferma en el hogar o porque llegaron visitas inesperadas a la casa.
Los resultados de la investigación hicieron que el profesor les sugiriera a los propietarios de la lavandería, que enviasen una carta describiendo los servicios de la empresa a todos los hogares en los cuales hubiese fallecido recientemente alguno de sus miembros, considerando que a los dolientes familiares les resultaría difícil, en esos momentos, realizar las tareas habituales del hogar.
(fuente: http://anexovirtual.blogspot.com.es/2014/06/estudio-mercado-historia.html)
(a mi colega Coral Hernández ‘torturadora de números’)
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qualispace
Google tiene a nuestro ‘Qualispace’ en 5º lugar, después de 4 referencias a QualiSpace de la India, en Maharashtra, una empresa de hosting, cloud services, y demás. Es decir, en realidad estamos los segundos, ahí en chiquitito, sin mucho ruido ni mucho rollo. Luego hay otro Qualispace, francés, especialista en espacios.

www.qualispace.es
En 2011 Anita Fuller (@AnitaQualispace) y yo hicimos nuestra primera web, y nos costó sudor y lágrimas. Idear conceptos, preparar textos (un copy en condiciones), preparar ideas artísticas de formato, contar un relato en definitiva, nuestro relato sobre nosotros mismos, nuestro trabajo, que muchas veces ha ocupado gran parte de nuestra vida. Muchas peleas entre nosotros para llegar a un color adecuado a ambos gustos, a una frase convincente, a una personalidad aceptable para los dos, tan distintos. Muchas horas de darle una vuelta y otra vuelta a un concepto, a un sueño.
Ahora la estamos reinventando en HTML, con una diseñadora, más profesional y senior, Yolanda Ruiz Hervás, y saldrá en los próximos días. Y sin embargo a mi me gustaba como era, en su flash vistoso y dinámico. Google manda, ya te digo. Asi que me despido de nuestra creación anterior, que hicimos en plan amiguetes, con un estudiante de informática que ya entonces apuntaba maneras como diseñador, Alvaro Hernando. Espero que le haya ido bien estos años, pero estoy casi seguro que se habrá perdido por ahí por el mundo y España no habrá sido capaz de retener su talento. Porque le acabo de buscar en Google y no aparece, es decir, que no existe. Te deseo lo mejor Alvaro.
Nuestra casa digital viene ahora con un nuevo aspecto, mas adecuado y aceptado por el SEO, más presente y quien sabe si ‘futuro’; eso esperamos. Es ilusionante y no puedo evitar sentirme triste hoy, agitando el pañuelo blanco.
Digamos adiós a las cosas que han pasado, porque nunca volverán, pero no olvidemos. Digamos hola a los nuevos sueños, porque…
Ni el pasado ha muerto
ni está el mañana,
ni el ayer escrito.
Antonio Machado (1875-1939).
Si tuviera que ponerle una música a este adiós le pondría esta:
y si una imagen, sin duda sería de Madrid y su cielo:
y el mundo sigue ahí, girando.
- Publicado en story telling
qualispace
Google tiene a nuestro ‘Qualispace’ en 5º lugar, después de 4 referencias a QualiSpace de la India, en Maharashtra, una empresa de hosting, cloud services, y demás. Es decir, en realidad estamos los segundos, ahí en chiquitito, sin mucho ruido ni mucho rollo. Luego hay otro Qualispace, francés, especialista en espacios.

www.qualispace.es
En 2011 Anita Fuller (@AnitaQualispace) y yo hicimos nuestra primera web, y nos costó sudor y lágrimas. Idear conceptos, preparar textos (un copy en condiciones), preparar ideas artísticas de formato, contar un relato en definitiva, nuestro relato sobre nosotros mismos, nuestro trabajo, que muchas veces ha ocupado gran parte de nuestra vida. Muchas peleas entre nosotros para llegar a un color adecuado a ambos gustos, a una frase convincente, a una personalidad aceptable para los dos, tan distintos. Muchas horas de darle una vuelta y otra vuelta a un concepto, a un sueño.
Ahora la estamos reinventando en HTML, con una diseñadora, más profesional y senior, Yolanda Ruiz Hervás, y saldrá en los próximos días. Y sin embargo a mi me gustaba como era, en su flash vistoso y dinámico. Google manda, ya te digo. Asi que me despido de nuestra creación anterior, que hicimos en plan amiguetes, con un estudiante de informática que ya entonces apuntaba maneras como diseñador, Alvaro Hernando. Espero que le haya ido bien estos años, pero estoy casi seguro que se habrá perdido por ahí por el mundo y España no habrá sido capaz de retener su talento. Porque le acabo de buscar en Google y no aparece, es decir, que no existe. Te deseo lo mejor Alvaro.
Nuestra casa digital viene ahora con un nuevo aspecto, mas adecuado y aceptado por el SEO, más presente y quien sabe si ‘futuro’; eso esperamos. Es ilusionante y no puedo evitar sentirme triste hoy, agitando el pañuelo blanco.
Digamos adiós a las cosas que han pasado, porque nunca volverán, pero no olvidemos. Digamos hola a los nuevos sueños, porque…
Ni el pasado ha muerto
ni está el mañana,
ni el ayer escrito.
Antonio Machado (1875-1939).
Si tuviera que ponerle una música a este adiós le pondría esta:
y si una imagen, sin duda sería de Madrid y su cielo:
y el mundo sigue ahí, girando.
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Orfeo
This short film is a different way of telling the myth of Orpheus and Eurydice. Now they are an older couple, who have to take care of each other. It is a story about feelings, about lost of memory…
Origen: Orfeo
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amo (de casa)
A quien le importa lo que piense nadie, pienso. La mayoría de las cosas que percibimos se transforman en ‘mapas mentales’ (A. Damasio), si no todas. Es algo parecido a que nuestro cerebro se miente a sí mismo una y otra vez, creando imágenes, interpretando todo el tiempo. Para un fin muy loable, eso sí, para proteger al cuerpo que lo sostiene sobre sus hombros. Esa ha sido la aportación magistral de la evolución con los humanos, enseñar a un organo a conformarse con sus etiquetas de todo, a crear un mundo enorme, un universo de símbolos.
La vida de otros mamíferos es primitiva, solo a un poquito por ciento de diferencia de ADNs, se conforma con vivir de las emociones básicas, con poca memoria, con casi ningún concepto salvo el si o el no.
La Cultura ha hecho el resto. La naturaleza se volvió cultura, o incultura, a ojos del hombre, y todo se llenó de pinturas impresionistas o realistas, de vasijas de porcelana, de fotografías y videos de amaneceres y anocheceres.
Los momentos de la historia nos marcan en nuestro devenir, y ponemos nombres a nuestras etiquetas preciosas. Y de vez en cuando miramos atrás y sentimos nuestra mirada inocente de mamíferos subidos a los árboles, olemos el aroma de la tierra y del agua sin palabras que lo describan, sentimos el frío en nuestra calva piel temblorosa. de vez en cuando nos damos cuenta de que sentíamos intensamente sin necesidad de palabras, etiquetas, emojis. Hace no tanto tiempo.
De vuelta del recuerdo animal damos una vuelta de tuerca a otro nuevo concepto cada día. Igualdad de genero, felicidad, amos de casa, justicia distributiva, mobbing, acoso escolar. Y llega un cantante, que no pensó demasiado y canta: don’t worry, be happy, y se hace rico.
Esteban, Eduardo, Pepe, son amos de casa que yo conozco, son buenas personas, son amigos, son gente sin etiquetas, como sus parejas y sus hijos. Y de vez en cuando salen a respirar y a correr, a nadar o a sentarse y sencillamente dejarse ir con el atardecer.
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amo (de casa)
A quien le importa lo que piense nadie, pienso. La mayoría de las cosas que percibimos se transforman en ‘mapas mentales’ (A. Damasio), si no todas. Es algo parecido a que nuestro cerebro se miente a sí mismo una y otra vez, creando imágenes, interpretando todo el tiempo. Para un fin muy loable, eso sí, para proteger al cuerpo que lo sostiene sobre sus hombros. Esa ha sido la aportación magistral de la evolución con los humanos, enseñar a un organo a conformarse con sus etiquetas de todo, a crear un mundo enorme, un universo de símbolos.
La vida de otros mamíferos es primitiva, solo a un poquito por ciento de diferencia de ADNs, se conforma con vivir de las emociones básicas, con poca memoria, con casi ningún concepto salvo el si o el no.
La Cultura ha hecho el resto. La naturaleza se volvió cultura, o incultura, a ojos del hombre, y todo se llenó de pinturas impresionistas o realistas, de vasijas de porcelana, de fotografías y videos de amaneceres y anocheceres.
Los momentos de la historia nos marcan en nuestro devenir, y ponemos nombres a nuestras etiquetas preciosas. Y de vez en cuando miramos atrás y sentimos nuestra mirada inocente de mamíferos subidos a los árboles, olemos el aroma de la tierra y del agua sin palabras que lo describan, sentimos el frío en nuestra calva piel temblorosa. de vez en cuando nos damos cuenta de que sentíamos intensamente sin necesidad de palabras, etiquetas, emojis. Hace no tanto tiempo.
De vuelta del recuerdo animal damos una vuelta de tuerca a otro nuevo concepto cada día. Igualdad de genero, felicidad, amos de casa, justicia distributiva, mobbing, acoso escolar. Y llega un cantante, que no pensó demasiado y canta: don’t worry, be happy, y se hace rico.
Esteban, Eduardo, Pepe, son amos de casa que yo conozco, son buenas personas, son amigos, son gente sin etiquetas, como sus parejas y sus hijos. Y de vez en cuando salen a respirar y a correr, a nadar o a sentarse y sencillamente dejarse ir con el atardecer.
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bad boys
Hace tiempo de esta campaña, más de dos años ya, pero me sigue gustando verla. Hace todavía más tiempo de esta otra (abajo) en la que tuve la fortuna de colaborar haciendo un pre-test. Entonces se desconfiaba un poco de esta linea, pero el público que hizo la pre-visualización la reivindicó claramente en los debates. ¿porque eran pro-heavy metal? No, la mayoría ni conocían las músicas. ¿Porque les parecía novedoso y original?…tampoco, quién puede asegurar eso hoy en día.
Pero sí les parecía auténtico, digno de ser creído, admirable. Recibían el mensaje claro de que se puede ser uno mismo, sin vergüenza de la propia identidad. Los chicos duros representan eso muy bien y no ceden un ápice de su valor, roqueros, heavies, punks.
Dedico estas letras a la memoria de Zygmunt Bauman que murió ayer. No estaba de acuerdo con todas sus ideas, pero sí con su lucidez hasta el final, como D. Bowie, como L. Cohen. Estos y otros nos dejan un mensaje muy claro: coherencia contigo mismo, aceptación. ‘Fearless’.
Luego vendrán las marcas a buscar ese valor e intentar apropiárselo y algunas lo conseguirán sin duda.
- Publicado en investigar